Usos de las radiografias dentales en consulta
Cuando llegamos a la consulta a realizarnos nuestra revisión dental anual, es muy frecuente que el doctor nos aconseje hacernos un par de “radiografías de control”.Estas radiografías, llamadas radiografias de aleta, abarcan las coronas y parte de las raíces de prácticamente todos los premolares y molares (dientes posteriores de la boca).
Y vuestra pregunta suele ser: ” Doctor, si ya me las hicieron el año pasado ¿para qué las repetimos?”
Pues bien, gracias a estas radiografías de aleta, podemos observar varios parámetros que a simple vista no podemos apreciar:
- El nivel del hueso: Con el tiempo (y sobre todo en pacientes con problemas de encías) es habitual ir perdiendo hueso gradualmente, ya que si no conseguimos una adecuada higiene oral, las bacterias se instalan debajo de la encía y van “comiendose” el hueso poco a poco. Con estas radiografías controlamos la evolución de ciertas enfermedades periodontales.
- Existencia de sarro subgingival: Con frecuencia, el sarro blanquecino o marrón que podemos apreciar por encima de la encía y nos mancha y afea tanto los dientes, se instala también debajo de la encía, produciendo unos característicos “piquitos” pegados a las raíces, solo observables a través de sondaje (manual) o por radiografías (visual). Con estas radiografías podemos pautar el tipo de tratamiento de profialaxis (tratamiento periodontal de limpieza) adecuado a cada paciente.
- Control periodontal de implantes dentales: Al igual que un diente normal, si no cuidamos su higiene podemos ir perdiendo hueso y perder el diente, pasaría lo mismo en implantes dentales. Si en estos tratamientos, que tan buen resultado dan, si no cuidamos la limpieza de los implantes dentales, las bacterias pueden atacar el hueso e ir perdiéndolo poco a poco y llegar incluso a perder el implante que tan buen resultado nos dió. De ahí la importancia de su control anual mediante radiografías dentales, para en el caso de iniciarse la más mínima alteración en la encía o hueso que rodea al implante dental, poder atajarlo y controlarlo.
- Caries entre dientes: Una caries puede originarse en cualquier superficie del diente, aquellas donde el odontólogo puede diagnosticarlas a simple vista, o aquellas que se “esconden” entre diente y diente y es necesario detectarlas a través de las radiografías. Si pasáramos más de un año sin detectar una caries interdental, muy posiblemente la caries acabaría llegando al nervio del diente, produciendo dolor y siendo necesario la realización de su endodoncia.
Otros tipos de radiografias dentales que solemos realizar en la consulta dental (de los que ya os hablaremos más extensamente más adelante), dependiendo de la necesidad de precisión o de planificación de tratamientos dentales son:
- Radiografía periapical
- Ortopantomografía
- Escáner tridimensional.
Les mostramos un ejemplo de radiografía periapical y parte de la información que obtenemos en ella:
En esta radiografía periapical, vemos como hay una caries profunda (“mancha negra”) justo donde toca la muela del juicio: es la caries que ha destruido el esmalte y la dentina. El nervio (estructura más oscura en forma de “H”) se encuentra cercano. Otros detalles que se aprecian en esta radiografía es el implante en perfectas condiciones después de 3 años de colocación: se observa como no hay nada de pérdida de hueso ni periimplantitis. También se ve un empaste (“mancha” blanquecina) en la muela con caries junto a la corona que va sobre el implante. En este paciente habría estado indicado haber extraído la muela del juicio para haber evitado la aparición de caries |
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